El deseo de envejecer manteniendo la vitalidad y apariencia juvenil es probablemente tan antiguo como la humanidad misma. Hasta ahora, la eterna “fuente de la juventud” ha permanecido como un sueño inalcanzable. No obstante, ¿qué pasaría si pudiéramos hacer que nuestra piel luciera visiblemente más joven de lo que refleja nuestro certificado de nacimiento? En realidad, tenemos más control sobre esto de lo que podríamos imaginar.
Durante mucho tiempo, se creyó que el envejecimiento de nuestra piel estaba predeterminado genéticamente. Sin embargo, recientes descubrimientos en el campo de la epigenética han refutado esta idea. Se ha demostrado que el aspecto de nuestra piel, incluyendo su vitalidad, firmeza y la presencia de arrugas, es influenciado por múltiples factores externos. Aspectos como la alimentación saludable, la actividad física regular, el manejo del estrés, la cantidad de sueño, el consumo de tabaco o la exposición a elementos nocivos como el sol sin adecuada protección UV, pueden afectar nuestro patrón epigenético y, consecuentemente, tener un impacto negativo en nuestra edad biológica y en la apariencia de nuestra piel.
La excelente noticia es que estos cambios epigenéticos no son definitivos; son reversibles. Podemos reactivar procesos biológicos en nuestras células para promover una apariencia más juvenil. ¡Bienvenidos al fascinante campo de la epigenética relacionada con el skincare! Aquí, la ciencia nos ofrece herramientas para retomar el control sobre cómo envejecemos, abriendo nuevas posibilidades para cuidar de nuestra piel y nuestro bienestar general.